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De la libertad de expresión y otras cuestiones

  • Profesor Rosario Lozada
  • Oct 14, 2018
  • 2 min read

Desde inicios de la civilización, el ser humano ha intentado fijar unas reglas generales que determinen la conducta que debe regir dentro de la sociedad. Naciendo lo que se conoce como el control social.Estas conductas evitan el quebranto del sistema político y permiten la función del aparato estatal. En el marco de las Ciencias Sociales, el surgimiento de las Teorías de Conflicto permitió que todo lo que estuviera fuera de la esfera de lo “clásico” fuese visto como parte del conjunto social.


La década de 1960 fue una convulsiva a nivel mundial. La post guerra y la Guerra Fría desestabilizaron las sociedades. Las subculturas eran desplazadas y atacadas, pero a la misma vez, atacaban y exigían, espacio dentro del marco social. Para los funcionalistas, el sistema se regia a base de estructuras semi independientes que daban equilibrio, integración y balance a la sociedad. Si una de estas estructuras es corrompida, el sistema se tornaba disfuncional. Para los teóricos del conflicto, no existe una sociedad estable ya que se parte de la premisa de que el conflicto es parte de una constante sociológica que está presente en todos los grupos sociales. Si existe “consenso social”, ¿no existen conflictos?


El derecho a la libertad de expresión es parte del conflicto social. Las sociedades de occidente están basadas en preceptos morales debido a la influencia que ha tenido la iglesia en el desarrollo social. Cualquier tema está propenso a generar debate y es saludable pues la sociedad depende de la diversidad para la continuidad de la vida cotidiana. En cierta medida, nuestras opiniones están subordinadas a lo moral y lo político (subordinación que muchas veces no nos damos cuenta).


Ahora bien, aunque existía diferencia de opinión en un tema, defender su posición con epítetos e insultos no hace más que quitarle méritos y peso a su propia opinión.El ser humano no puede obligar a otros a pensar igual. Partimos de la premisa sobre la existencia de la verdad absoluta y nos creemos portadores de ella. La verdad absoluta no existe. Solo existe lo que cada uno entiende que es su propia verdad. Insultar no es más que el reflejo de una sociedad enfermiza y punitiva con sus pares. ¿Cómo criticar otros grupos sociales por la falta de derechos cuando nuestros mismos compatriotas son atacados por expresar sus opiniones?


Es vital desarrollar currículos enfocados en el pensamiento crítico y fomentar una sociedad educada en conductas y actos naturales como lo es la diversidad de pensamiento. El lingüista norteamericano Noam Chomsky plantea que “si crees en la libertad de expresión, entonces crees en la libertad de expresión para puntos de vista que te disgustan”.

 
 
 

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