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Foucault, el poder y las luchas sociales en Puerto Rico

  • Profesor Rosario Lozada
  • Nov 25, 2018
  • 10 min read


Vivimos en una era de avances tecnológicos y las redes sociales son el ejemplo del avance mundial y la interconectividad social que existe. Puerto Rico no es la excepción a estos avances y aún bajo la gran crisis económica y política, las redes sociales se han convertido en un arma en contra de las políticas públicas implementadas por los distintos gobiernos. Sin importar los colores o ideología, las luchas sociales han trascendido de las grandes huelgas y manifestaciones de los años 70 y 80, en medio de la Guerra Fría, ha despotricar contras las instituciones políticas por medio de las redes sociales. En este análisis, reflexionaré entorno a este planteamiento para dilucidar el problema existente en la isla, a través de la Teoria del Poder de Foucault y sobre cuán efectiva es la batalla social persistente en Puerto Rico.


El primer planteamiento a realizarse en esta reflexión es definir lo que significa una red social. Según el Diccionario de la Real Academia Española, una red social es una “plataforma digital de comunicación global que pone en contacto a gran número de usuarios”[1]. Ese contacto de comunicación global permite que millones de personas pueden ser partícipes de los eventos que ocurran en cualquier parte del mundo. Tomemos por ejemplo Facebook que es la red social más importante y accesada en el mundo. Esta red nace siendo una red de comunicación entre estudiantes de Harvard y posteriormente comunicó una serie de universidades en los Estados Unidos hasta convertirse en la red más usada en el mundo.


En Puerto Rico las luchas sociales, además de generar grandes avances y logros para el proletariado[2], tiene el matíz ideológico y político impregnado. Desde inicios del proceso de colonización y conquista la isla ha dependido exclusivamente de las dádivas brindadas por las respectivas metrópolis: España hasta finales del siglo XIX y Estados Unidos hasta la actualidad. Estas dádivas meramente fueron y son brindadas con el propósito de substraer ganancias a costas de los recursos existentes en la isla[3]. El reclamo de derechos por parte del proletariado en Puerto Rico ha existido desde tiempos del dominio español y de la formación del puertorriqueño como sujeto social. Estas luchas se van a intensificar con la aproximación de la Guerra Hispanoamericana entre España y los Estados Unidos en 1898. Para un sector de la clase política puertorriqueña el desligarse del yugo español era necesario para encaminar la isla en las vías del progreso y modernidad de mano de Estados Unidos.


La Guerra estaba decidida desde que inició. España era un imperio en decadencia y no contaba con la fuerza para batallar al imperio emergente. Una vez Estados Unidos logra tomar el control de Puerto Rico se instaura un gobierno militar y las esperanzas de progreso y modernidad fueron esfumadas de un plumazo. Las primeras acciones del nuevo gobierno militar norteamericano fueron la devaluación del peso puertorriqueño a 60 centavos norteamericanos y la moratoria en los pagos de deudas por un periodo de 1 año. Estas acciones provocaron el incremento de la ya existente crisis económica en la isla. Pasado el periodo de gobierno militar, en donde se debatía que se haría con Puerto Rico, en 1900 se establece el primer gobierno civil bajo la Ley Foraker.


Con este nuevo gobierno, los Estados Unidos tendrían control total de los asuntos gubernamentales de la isla. Estaba conformado por un Gobernador y un Consejo Ejecutivo nombrado por el Presidente de Estados Unidos y ratificado por el Senado. Creaba una Asamblea Legislativa: una Cámara de Delegados electa por varones puertorriqueños, mayores de 25 años que supieran leer y escribir y tuvieran propiedades. Por encima de la Cámara de Delegados estaba el Senado que eran los mismos miembros del Consejo Ejecutivo del Gobernador (haciendo doble función: Ejecutiva y Legislativa). Bajo este régimen, Puerto Rico estuvo carente de derechos civiles debido a la ausencia de una Constitución donde se desglosaran los mismos y de una ciudadanía representativa debido al nombramiento de “ciudadanos de Puerto Rico” a los residentes de la isla. Esta ciudadanía no tenía reconocimiento internacional ya que la isla no era un país soberano e independiente, pero para algunos políticos de la época, representaba el reconocimiento de una cultura e idiosincrasia que se había batallado.


El régimen Foraker va a durar hasta 1917 tras varios procesos. Desde la isla se estaba cuestionando los procesos democráticos llevados a legislar el Acta Foraker y la ausencia de derechos para los puertorriqueños. Para los Estados Unidos aún los puertorriqueños no estaban preparados para gobernarse por sí mismos[4], por lo que ampliar la autonomía gubernamental, es decir, otorgar más poderes a los puertorriqueños, era cuestionable. Es así como en 1917 el Presidente Wilson convierte en ley el Acta Orgánica Jones. Bajo este nuevo régimen el Gobernador continuaba siendo nombrado por el Presidente y ratificado por el Senado. Los miembros del Consejo Ejecutivo ya no harían la función del Senado ya que este último sería electo por los puertorriqueños. La Cámara de Delegados continuaría siendo electa y se nombraba “ciudadanos norteamericanos” a los puertorriqueños.


El nombramiento de los puertorriqueños como ciudadanos americanos se dio en momentos donde los Estados Unidos estaban a punto de ingresar en la Primera Guerra Mundial. Esto le permitió aplicar la recién aprobada ley del Servicio Obligatorio. Miles de puertorriqueños partieron a Panamá para realizar prácticas militares. Pero la aplicación de la ciudadanía americana trajo consigo un reclamo por parte del proletariado puertorriqueño: protección de derechos. Una particularidad del movimiento obrero en Puerto Rico en aquel momento histórico era que afiliarse a los grandes sindicatos norteamericanos allanaría el camino para una eventual anexión a los Estados Unidos. Fue de tanta profundidad los planteamientos realizados a través de este nuevo pensar que para los años 30 se elige el primer Comisionado Residente en Washington perteneciente al Partido Socialista: Santiago Iglesias Pantin. La gestión realizada por Iglesias Pantin permitió la madurez de los sindicatos en Puerto Rico y la formación de bloques de lucha para beneficio de los trabajadores puertorriqueños.


La época de los años 30 al 50 va a hundir aún más la crisis política y económica en Puerto Rico. Huelgas, manifestaciones, hambruna, desempleo, falta de beneficios y derechos, desproporción social, serán de vida cotidiana. Todo como resultado de la relación política existente entre Estados Unidos y Puerto Rico. Para que tengan una idea de la desproporción social existente, un norteamericano promedio en los años 30 cobraba anualmente $890 mientras un puertorriqueño podía cobrar $390. Esto es producto de varios factores que ocurren a nivel mundial pero primordialmente debido a la aplicación de la Ley de Marina Mercante de 1920. Esta ley obliga a Puerto Rico a traer toda la mercancía procedente de Estados Unidos en barcos con matrícula norteamericana (la más costosa del mundo). Desde la Ley Foraker hasta la actualidad, Puerto Rico está sometido exclusivamente a relaciones económicas con los Estados Unidos.


Las luchas sociales van a tomar como mecanismo de resistencia la utilización de la huelga. Según la Real Academia Española, la huelga es la “interrupción colectiva de la actividad laboral por parte de los trabajadores con el fin de reivindicar ciertas condiciones o manifestar una protesta”[5].Este proceso de manifestación se utilizará constantemente en Puerto Rico hasta la actualidad. Ya entrado el periodo de fundación del Estado Libre Asociado en 1952 y ratificada la Constitución que crea el Gobierno de Puerto Rico, los sindicatos lograron incorporar grandes beneficios a los trabajadores. De este punto en adelante las luchas sociales van a tomar un giro ya que en medio de la Guerra Fría, producto del choque capitalista y socialista post Segunda Guerra Mundial, serán los movimientos estudiantiles y sociales en conjunto con el proletariado los que se encargarán de cuestionar y manifestar el descontento social.


Un punto importante que se debe resaltar es él índole político-partidista-ideológico que tendrán estas luchas. Cabe mencionar que en Puerto Rico la Guerra Fría va a tener un matíz de persecución política por parte de las autoridades gubernamentales. La misma fundación del E.L.A[6]significa para Estados Unidos el otorgamiento de “autonomía” como parte del proceso de autodeterminación y descolonización que se dio durante la Segunda Guerra Mundial. Para Puerto Rico, el E.L.A culminaba el proceso de persecución del movimiento nacionalista e independentista con la Ley de la Mordaza o Ley 53, quienes eran el segundo movimiento político mas importante dentro de la isla.


Internacionalmente, el año 1968 va a ser uno de grandes cambios sociales. Desde este periodo en adelante los grupos sociales minoritarios o subculturas, van a jugar un papel importante dentro de los procesos sociales en los grandes países del mundo. Por ejemplo, en 1968 en Francia, los estudiantes universitarios tomaron las calles en protestas por las reformar implementadas por el gobierno de Charles de Gaulle. En los Estados Unidos, el movimiento por los derechos civiles liderado por Martin Luther King y Malcom X, lograran que principalmente, los afroamericanos tuviesen los mismos derechos que los blancos. En Puerto Rico el aire de reclamos llegará para 1970 y 1971 principalmente a la Universidad de Puerto Rico. Para los gobiernos en turno, la Universidad es una institución antagónica a las plataformas partidistas que se pretenden implementar. Para los estudiantes, el recinto universitario es un centro de propuestas y soluciones a los grandes problemas del país. Para mucho políticos en Puerto Rico, la educación es vista y manejada como un negocio lucrativo y no como una inversión para el desarrollo económico.


Este planteamiento se ve reflejado a partir de 1970 en la isla. En este periodo la economía de Puerto Rico entrará en un decrecimiento y muchas de las propuestas presentadas por los partidos políticos no se podrán implementar. La solución para la administraciones gubernamentales fue comenzar a recortar gastos en el área de educación, principalmente en el primer centro docente del país. Otro problema que se verá evidenciado por los movimientos sociales en Puerto Rico, es el reflejo de la relación colonial de Puerto Rico con los Estados Unidos. La implementación del programa ROTC en la UPR va a chocar con los movimientos estudiantiles e independentistas dentro del recinto académico. Para controlar el furgor independentista y el discurso contra el imperialismo norteamericano, el gobierno federal va a crear este programa de reclutamiento militar dentro de la Institución. Para el estudiantado y los grupos sindicales esto se convertía en una provocación puesto que la Universidad es un centro de democracia y pluralidad discursiva incompatible con el dominio político de Estados Unidos sobre la isla. Estos dos planteamientos van a dominar las luchas sociales en la isla hasta por lo menos entrado los años 90 con la venta de la Telefónica de Puerto Rico.


Ya entrado el nuevo milenio, las redes sociales van a darle forma a un nuevo tipo de manifestación social. Ahora no necesariamente son los estudiantes o la prole las que pueden combatir, debatir y criticar constructivamente los problemas persistentes en la isla. Las redes sociales van a permitir dos objetivos: enviar un discurso crítico hacia las autoridades gubernamentales y movilizar una gran masa de la población accesible a ellas y el uso de las redes por parte del Estado para enviar propaganda a su favor.


Pero éste discurso y ésta movilización va a generar varias trabas: la persistente utilización del método huelgario rematado con el discurso intimidatorio contra la independencia, la persecución independentista y la enajenación de la gran mayoría de los puertorriqueños contra las críticas sociales van a hacer de las redes sociales un lugar de resistencia y ambivalencia al método huelgario y a los cambios sociales. Por un lado se crítica los métodos utilizados por los movimientos de resistencia pero por el otro lado no se brindan alternativas que ayuden a solucionar los problemas. Se hace una crítica destructiva y no una constructiva.


En consonancia con los argumentos expuestos anteriormente, me gustaría que observemos los mismos a través del pensamiento de Foucault. Es meritorio definir el término “gobernar” para comprender la Teoria de Poder de Foucault. Según la Real Academia Española, significa “mandar con autoridad o regir algo”[7]. El poder es una relación asimétrica y tiene dos vertientes: la autoridad y la obediencia[8]. El poder insita, suscita y produce y no es preexistente si no más bien obtenido, por ejemplo, mediante elecciones. Para Foucault, en la misma formación del poder se dan dos factores cooriginales: Dominados y Dominantes, que ejercen el poder en conjunto ya que no se puede adquirir ni compartir porque no es un elemento físico[9]. Esta relación ha existido a lo largo de la historia y es la base de cualquier otra relación que pudiese existir.


A pesar de que existe un vínculo entre dominantes y dominados, ambos grupos pueden ejercer algún tipo de resistencia al poder. Dicha resistencia no coarta ni daña el ejercicio de poder, más bien forma parte del mismo puesto que está presente[10]. “En cuanto al poder disciplinario, poder ejercido por los dominantes, éste se hace invisible; en cambio imponen a aquellos a quienes somete a un principio de visibilidad obligatorio”[11]. Puerto Rico es un Estado[12]de Ley y Orden. Ésta manera de gobernar hace del sistema politico uno increbrantable. Una vez los dominados utilizan algún método de resistencia contra la ley y el orden, el sistema politico se torna vulnerable. Es aquí donde Foucault plantea que se ejerce disciplina para que se vean quienes se rebelan contra el poder y demostrar dominio desde las esferas más altas de poder[13].


Una manera de ejercer esa disciplina de parte de los dominantes hacia los dominados es permitiendo el derecho a la libre expresión garantizado en la Constitución y a su vez desplegando las fuerzas de seguridad en una tensa confrontación de poder: resistencia versus ley y orden. El poder es la base de toda relación, pero cuando se utiliza de forma represiva y de resistencia surgen multiplicidades de poder formando un choque entre dos grandes bloques sociales. El poder produce positivamente sujetos, discursos, verdades, saberes, realidades que logran penetrar todos los nexos sociales, razón por la cual no está́ localizado, sino en multiplicidad de redes de poder en constante transformación.


Cuando un pueblo se enajena de los problemas nacionales y se encierra en una burbuja individual el país comienza a destruirse. Irónicamente en algunas partes del mundo las redes sociales han movilizado una gran masa de población en contra de las politicas implementadas por sus respectivos gobiernos y el puertorriqueño se solidariza con esas poblaciones ignorando que sus mismos problemas se están viviendo en su propia isla. La Historia de Puerto Rico ha continuado trazando el discurso de la Guerra Fría viendo estos movimiento sociales como unos protagonizados por los grupos de izquierda-terroristas.


Mientras las burbujas sigan enajenadas de los problemas sociales y cuestionen el porqué de esta lucha, la isla continuará decayendo de manera abrumadora. Es hora de explotar las burbujas y cerrar la brecha para encaminar la isla a la salvación. Las redes sociales son la herramienta idónea para educar al pueblo en la importancia de conocer su historia y de generar alcance las luchas sociales. Atacar positivamente la gran masa puertorriqueña mediante la educación social, historica y crítica es el mecanismo correcto en la sociedad. Como plantea Foucault, el poder es cooriginario y está en manos del pueblo puertorriqueño ejercer correctamente el poder fuera de nociones ideológicas.

[1]Diccionario de la Real Academia Española. ‘Red Social”. http://www.rae.es/(accesado el 27 de abril de 2017).

[2]Nombre designado a la clase trabajadora que depende de los medios de producción y de la burguesía para sobrevivir.

[3]Pérez, Silverio. La Vitrina rota o ¿qué carajo pasó aquí?San Juan: Ediciones Callejón, 2016. Pág., 130.

[4]Estos cuestionamientos son más profundos pero por la temática de la reflexión serán tratados en otro momento.

[5]Diccionario de la Real Academia Española. ‘Huelga”. http://www.rae.es/(accesado el 27 de abril de 2017).

[6]Estado Libre Asociado

[7]Diccionario de la Real Academia Española. ‘Gobrnar”. http://www.rae.es/(accesado el 27 de abril de 2017).

[8]Calderón, Guillermo, y María Núñez. "¿Qué es el poder según Foucault?" http://repositorios.unes.edu.ve:8080/jspui/bitstream/123456789/268/1

[9]Calderón, Guillermo, y María Núñez. "¿Qué es el poder según Foucault?".

[10]Calderón, Guillermo, y María Núñez. "¿Qué es el poder según Foucault?".

[11]Calderón, Guillermo, y María Núñez. "¿Qué es el poder según Foucault?".

[12]Estado en términos de gobernanza, no tiene nada que ver con el estatus político.

[13]Calderón, Guillermo, y María Núñez. "¿Qué es el poder según Foucault?".

 
 
 

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