¡Se busca!
- Profesor Rosario Lozada
- Dec 20, 2018
- 2 min read
En una columna anterior escribí sobre el significado de una buena gobernanza. Había planteado que la gobernanza significa el discernimiento sobre la toma de decisiones. Es el ejercicio de aplicar o descartar decisiones en nuestro diario vivir. La gobernanza no solo aplica a la práctica de un buen gobierno sino en nuestra vida personal. Para ello debemos desarrollar el pensamiento crítico, que los currículos de educación no enfocan. Las redes sociales se han convertido en los nuevos espacios de manifestaciones contra las acciones de la clase política que gobierna Puerto Rico. Todos los días escuchamos en la radio y leemos en los periódicos análisis parcializados que defienden o condenan las políticas públicas implementadas y que a su vez reprimen y ejecutan a quien piensa distinto cobijándose bajo el derecho de la libertad de expresión.
Ahora bien, las continuas manifestaciones a través de las redes sociales han ido en aumento en los últimos años. Esto ha de demostrar la necesidad de una nueva clase política en la isla. Pero, cada cuatro años salimos a ejercer nuestro derecho al voto cegados por el manto ideológico y con total desconocimiento de las plataformas políticas que defienden los candidatos que entendemos son los correctos.

Así nos ha educado el sistema político. Un sistema político son todas las instituciones que nos rodean e influyen en nuestro modo de pensamiento. De ahí la importancia de generar pensamiento crítico pues las ideologías influye en la toma de decisiones de manera individual y colectiva. Desde este punto, es muy importante comprender que, dentro de la introspección que indirectamente realizamos, comenzamos a cuestionar todo lo ocurrido a nuestro alrededor y a exigir respuestas. Y día a día escuchamos, vemos y leemos cómo los políticos evaden preguntas y culpan a otros de la ineficiencia e ineptitud de un sistema totalmente politizado.
Hemos perdido de perspectiva que como ciudadanos con derecho al voto los funcionarios que elegimos son el reflejo de nuestra sociedad: somos cómplices de nuestro ejecutor. Nuestra clase política es consciente de los principales problemas que existen en la isla. Pero, los hemos acostumbrado a pensar en la reelección y no en la solución. La falta de valores, ética y moral son persistentes y continuos, más aún cuando prefieren defender los intereses de los partidos políticos y no el bien común de los puertorriqueños.
A quien pueda interesar: se busca una nueva clase política.
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